jueves, 11 de noviembre de 2010

Comics. Los muertos vivientes


Este título es la traducción al castellano del original The walking dead, la serie de historias para el cómic creada en el año 2004 por el guionista norteamericano Robert Kirkman, y dibujada por Tony Moore (sólo primer número) y por Charlie Adlard (los hasta ahora diez números restantes editados en España).
Es una serie que edita Planeta deAgostini, y que recomiendo sin género de dudas, tanto para los amantes del cómic en general, como para los amantes del género terror, como del subgénero zombi, que por cierto parece vivir auge generalizado casi en paridad con el vampírico, por ciertas historias pseudorománticas de aquel guaperas que además aparece en las revistas del corazón para quinceañeras y más creciditas, pero en fin…
La serie que nos ocupa cuenta la historia del fin de la humanidad tal y como la conocemos, por la aparición de una plaga que afecta a los muertos, y hace que vuelvan a la vida con un apetito voraz, devorando a todo bicho viviente. El protagonista de la historia, el policía Rick Grimes, que ha estado varios meses en coma en la cama de un hospital, vuelve a la vida y se encuentra con la confusión reinante, la muerte rodeándolo por todas partes y, después de varias andanzas en las que está a punto de ser engullido, busca y encuentra a su mujer e hijo, supervivientes junto a un grupo no muy numeroso de gente, se une a ellos y juntos, viven montones de situaciones a lo largo y ancho de los, como ya he dicho, once números publicados hasta el momento en España.
Lo que hace, al menos para mí muy diferente esta serie al resto de historias sobre zombis publicadas o filmadas hasta el momento, es la profundidad y complejidad enormes de los personajes creados por Robert Kirkman, unos personajes que se mueven en un mundo salvaje, sin escrúpulos, donde las reglas de la sociedad se vienen abajo, y donde la moral y las convenciones son cada vez más fósiles del pasado. La violencia reina en el mundo, pero no sólo perpetrada por los zombis (personas corrientes convertidas) sino, y esto es lo más importante, por los propios supervivientes entre sí, que compiten por la seguridad, las armas, la comida y los pocos bienes que quedan. Los episodios de asesinatos, canibalismo, torturas, y violencia extrema son cosa cotidiana en el mundo, casi como una nueva forma de vida. Incluso el sexo está presente casi cotidinamente, cosa sorprendente en una serie norteamericana, donde el Tea Party amenaza una vez más con que la mojigatería haga acto de presencia a todos los niveles.
Es una serie extraordinaria, a años luz en profundidad y madurez de aquellas italianadas entrañables de Lucio Fulci (Zombie), y de la eterna y repetitiva historia de George A. Romero (The night of the living dead).
Una serie de cómic que, por cierto, acaba de ser adaptada y llevada a la pequeña pantalla, y estrenada en EEUU la noche de Halloween, y que, los que tengan tele (por eso me autoexcluyo) podrán ver en España, parece que en Fox

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